miércoles, 17 de julio de 2013

El sentimiento universitario


Desde hace algunos meses,miles de estudiantes han sufrido lo denominado "Paro Indefinido S.O.S. UniVe" debido a la falta de recursos, pues en el Estado, es la corrupción quien mete su mano a diario; los estudiantes, quienes llenan de vida todos los días las paredes y pasillos de la universidad, son los afectados a consecuencias de una competencia política.

Yo fui CULQUISTA a mucha honra, pues pasé los tres mejores años de mi vida allí; entendí la vida del universitario, ésta no sólo se basa en ir a clases, sentarse en un pupitre, ver al profesor, salir hacer largas colas para entrar al comedor o ir al cafetín cuando no te daba la hora para comer por las filas y los horarios de las clases. Les confieso: vengo de allí, me forme allí y me hace sentir grande a pesar ver y sentir que somos el patio trasero de las grandes universidades. El sentimiento de ser estudiante va mas allá de estar inscrito en algún colegio, escuela, liceo, instituto, universidad autónoma o privada.

Asimismo, fui dirigente estudiantil en ese pequeño Colegio Universitario de Los Teques; pedí elecciones, me medí y gané. Ellos perdieron el respeto, mientras yo gané la admiración de muchos, junto a aquellos conformadores de un equipo de trabajo eficiente. Típico de las universidades públicas por su carencia de recursos, la cual era devastadora y grotesca; falta de rutas estudiantiles; ausencia de insumos en el comedor; la biblioteca estaba en decadentes condiciones; los espacios eran dañados por los violentos creyentes en una revolución, intentaron muchas veces obligarnos a pensar como ellos, tanto así que hasta al mismo Héctor Rodríguez me atreví a decirle: ”Yo no soy sifrina, vengo de la clase baja y pienso de manera diferente”. Ese día él tomo su cuaderno, su lápiz anotó mi nombre y apellido, al salir de ese auditorio a donde nos obligaron a ir porque sino contaba como inasistencia, Rodríguez se acercó a uno de aquellos líderes actuales de las hordas castro comunistas y dio la de amoldarme al “pensamiento correcto” como ellos decían.

También fui UCVista, y gracias a problemas administrativos que aun mantengo, pues nadie se ha querido dar a la tarea de ayudar con ello y cuando se ofrecen tienen un precio "no económico necesariamente"; he sentido el significado de llegar a tu escuela, donde no debería importar la diversidad de pensamiento, con los salones son fríos y tienen un olor peculiar, conocí e hice grandes amigos, incluso a uno todavía le llamo primo y del mismo modo muchos enemigos, lamentablemente.

Llegar a un sitio, con un beso y un abrazo acompañados de un “Hola ¿cómo estás?” desayunábamos juntos, era el pan nuestro de cada día, esperábamos para ir caminando a la plaza de Las Tres Gracias, o por la Parroquia para ir a darnos un gustico esporádico de otro tipo de comida, ya que las colas del comedor son interminables, y muchas veces a los estudiantes nos tocó comer dos galletas de soda con una lata de atún, por la falta de presupuesto; las rutas no podían cubrir el mantenimiento necesario, los profesores seguían siendo éticos a pesar de su sueldo miserable, la autonomía intento ser violentada más de una vez, los violentos profanan el nombre del Alma Mater destruyendo el espíritu del universitario junto a la casa aquejadora; las alegrías de un viernes de patiazo, las sonrisas de tus amigos, las explicaciones de estadística o economía cuando no entiendes, las lágrimas po reprobar un parcial o una materia, las lagrimas de los graduando quienes gritan con fervor en el Aula Magna la consigna de mi escuela: “EEPA, EEPA UCV, EEPA, EEPA UCV”. Debo decir lo grande de la emoción cuando lo grita, es orgullo, es ser universitario, es un sentimiento; el cual hoy, desafortunadamente, se ve cercenado por aquellos que no sólo están en un despacho burlándose de los estudiantes, sino por aquellos destructivos de la estructura de la llamada “casa que vence las sombras".

Nos hemos enfrentado a la violencia en cualquiera de sus ámbitos, disfrutar un ratico en tierra de nadie y nada más grande cuando llega alguno de tus compañeros y dice: “vamos a ver jugar al ROJO”, refiriéndose al equipo del Caracas Fútbol Club; nuestro estadio se llena de felicidad, música y consignas. Lo cual pienso es como hoy y siempre debería ser.

El sentimiento de nosotros los UCVista, no es regido por un papel o un plástico donde se refleje tu nombre, se basa por aquel quien sienta estudiar y pertenecer a la máxima casa de estudios de nuestro país; el cual observo, se viene abajo y muchas veces el desespero nos vuelve ciegos y no advertimos el deber ser y hacer.

Hoy les digo a los pensante de tomar las mismas medidas de protestas de siempre para lograr el diálogo y negociación con el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria (MPPEU). Hoy les digo a aquellos quienes son ridiculizados todos a diarios por el Ministro de dicha institución Pedro Calzadilla, negando lo necesario para una educación de calidad. Hoy les digo: “no sigan cayendo en el juego de él, mucho menos piensen como él, no tomen actitudes que habría tomado él si estuviese en su lugar, sean conscientes de la casa de donde vienen, ésa que hoy tanto los necesita, la cual debe ser un templo de paz, sabiduría, educación y hermandad.


"Luchar, conquistar y Ganar"

Emily Vera G

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