Durante años hemos vivido en un sólo régimen, hemos vivido de una sola manera y cuando digo esto sé que hablo de mi generación, esa que ha vivido desde el 2007 todos los abusos cometidos por el gobierno liderado por el presidente; ya fallecido, Hugo Chávez y ahora sufrimos las consecuencias de lo que hizo aquel hombre "CAPAZ" de hacer, tanto daño, de sembrar tanto odio y cosechar violencia en todos los puntos de nuestra amada patria: VENEZUELA.
Hemos levantado nuestra voz para ser
escuchados y se hacen los sordos, también hemos profundizado el sentido de la
protesta y hemos sido ridiculizados, asimismo hemos marchado y sus respuestas
han sido mandar a los violentos a intensificar el miedo.
Hemos batallado durante más de 14 años
contra aquellos que hacen teatro queriendo imitar al mejor estilo de Adolfo
Hitler, con la única y gran diferencia; esto ni es Alemania, y los venezolanos
somos borregos de nadie, el pueblo es quien elige a su representante y cómo quieren
ser representados.
El venezolano de buena cepa, se
caracteriza por ser cordial, por tender la mano cuando se necesita, ser
servicial, el ser bonchero y sobre todo ser orgulloso por lo que quiere, nunca
ser acostumbrado e indignarse cuando es forzoso.
Ésto es lo que necesita nuestro país en
este momento, nos hemos enfocado en tantas cosas, que perdimos la noción de los
tiempos, nos hemos enfocado en descalificaciones, en desesperarnos y sobre todo
en acostumbrarnos. El venezolano, mis hermanos, no es ese, no es así.
Hemos hecho mil y una protesta, hemos
tenido los mil y un intentos, unos han resultado y otros no tanto, hemos estado
sentados en la misma mesa con aquellos que no creen en el diálogo, nos hemos
basado en criticar y llegar a pensar igual a aquellos que tanto criticamos,
esta no es la lógica para recuperar la patria o la esperanza; perdida por
algunos, ese no es el camino que nos hemos trazado para recuperar la
democracia, la libertad, la igualdad y la autonomía de nuestra apreciada patria.
Hemos sentido miedo, el cual hemos vencido,
y no ha sido fácil. En toda la trayectoria de estos años, hemos caído y nos
hemos levantado; nos han golpeado, nos hemos limpiado la sangre y continuamos, hasta nos han cerrado las puertas, pero siempre logramos entrar por
la ventana, hemos confiado y hemos sido traicionados, hemos protestado, pasado
hambre, caminado y nos hemos encadenado; pero el detalle está en que algunos ciudadanos sólo
se quejan de lo que sucede cada día en el país, sin levantar la voz y revelarse;
como diríamos nosotros, los jóvenes.
Nada más justo que darle a nuestras
futuras generaciones, un país libre como el cual nuestro padres quisieron
darnos a nosotros pero no se pudo, nada más puro que sentarnos frente a nuestros
hijos, nietos, sobrinos y contarles la historia, porque nada mejor que escuchar
la historia, de quien la vivió y nada da más satisfacción que darles el consejo
que me dio mi querida abuela y mi querida madre: "luchar, conquistar y ganar".
Nada más sabio que tener la conciencia tan limpia como el agua de manantial que
baja por los páramos andinos que recorren como sangre por mis venas, nada más
victorioso que sentir el miedo, mirarlo a la cara y decir; “lo más importante
es vencerlo y ya no te quiero cerca”, no por valentía, sino por HONOR.
Por estas líneas expresadas y tantas cosas
injustas que le acaecen a nuestra patria, a nuestra sangre, por cada problemática
tenida por cada uno de los ciudadanos de nuestro pueblo venezolano: este 14
de julio nos vamos al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) a exigirle
a estos magistrados representantes del poder más importante de Venezuela,
explicaciones de cómo hacer los venezolanos para dejar de vivir sumisos ante
las intenciones oscuras del gobierno ilegítimo; pedir, lo correspondido por
derecho, una respuesta a las corrupciones y las irregularidades demandadas por
el 14A o una contestación de las más de 3000 denuncias entregadas por el
Comando Simón Bolívar sobre la trampa electoral, reclamar por unas razones
sobre el porqué los violentos usurpadores del Alma Mater universitario siguen
en libertad cuando ya sabemos sus nombres y apellidos y han sido denunciados, también
solicitar un ultimátum sobre el conflicto universitario, pues merecen ser autónomos;
y no solo ellos, si no TODOS los poderes del estado, merecedores de justicia y
no de sucumbir ante aquellos que no están en la silla de Miraflores, sino en
una isla del Caribe.
Sal de tu casa, ya es preciso, es la hora,
debemos continuar en las calles, de manera pacífica y contundente, hasta ser
atendidas nuestras demandas, hasta el cese de las persecuciones y
criminalizaciones por pensar de manera diferente, hasta que se dejen de sembrar
banderas de luto todos los fines de semana en las familias venezolanas a manos
de la delincuencia y la violencia deje de ser el pan nuestro de cada día, hasta
que los venezolanos rescatemos nuestra ciudadanía y pasemos de ser los "acostumbrados
a los indignados" luchadores por recuperar la soberanía del pueblo, en vez
de su inversa.
Ahora más que nunca vamos por nuestro
objetivo de siempre...
Una Juventud Activa por una Venezuela
Unida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario