Ir a pleno medio día por las calurosas calles de caracas, me dirijo hacia chacaito, he tomado la costumbre de caminar pues me ayuda a pensar en lo que he hecho en el día, en alguno que otro percance, en uno que otro problema, en la situación del país y en detallar a a cada uno de los que a mi lado están caminando.
Hace cuatro días tuve mi cumpleaños numero 23, para mi ese es un numero importante ya que he recorrido 23 estados en mas de 2 oportunidades, para la fecha alguien especial que llena mi vida de alegría y sonrisas, así como que de uno que otro disgusto, ese día en especial me hizo un regalo, un libro, hace mucho tiempo que no me regalaban uno, desde aquella navidad a mis ocho años cuando mi madre me regalo "La Telaraña de Charlotte" y "El Principito" del resto los libros que quisiera leer yo los compraba en cualquier librería de la capital.
hace uno dos años me interese por un caso en particular para realizar un proyecto de investigación, que por falta de recursos no pude concluir; quien era "Eligio Cedeño y porque Chavez quería a como diera de lugar su cabeza", un par de veces hable con su hija Ninoska, quien me dio parte de la historia de el empresario, en 2011 inicio una huelga de hambre para la liberación de los presos políticos e intensificar un poco la tarea que venia realizando Julio Cesar Rivas con su equipo, entre los pendones que colgaban sobre mi cabecera, pude leer algunos nombres como el de "Cesar Camejo Blanco, Ivan Simonovis y aquella juez que el dictador condeno en cadena nacional Maria Lourdes Afiuni".
Había escuchado que ella era condenada por liberar al enemigo de Chavez, quería indagar en la vida no solo de Eligio Cedeño si no en la vida de aquella jueza que apegada a derecho tomo una decisión que le costo la libertad y en la prisión le estaba costando la vida.
En varias oportunidades fue su hermano Nelson, creo que el no se acuerda de mi, eramos cuatro mujeres quienes iniciamos una huelga de hambre y el inhumano aun así sabiendo que existíamos en cada cadena nacional el salia tomando un café, un agua y hablando de manera diplomática, disfrazado en palabras bonitas y técnicas,de como era que el seguiría destruyendo el país.
en esos días conocí a la doctora Elenis Rodriguez, Yajaira DeForero, Tuve un contacto con algunos dirigentes juveniles y estudiantiles como Villca Fernandez quien debo confesar hacia que nuestros días fueran diferentes, escuchaba cada día como era que la jueza pasaba sus días en prisión y algún que otro comentario de mis amigos quienes decían porque yo estaba haciendo una huelga de hambre, que era una loca y mas que lo hacia por personas que no sabían que yo existía y mas que yo no los había visto jamas.
Todo esto lo fui pensando en mi trayecto saliendo de la Universidad Central de Venezuela hasta chacaito, recordaba la caminata que iniciaron unos estudiantes desde el Tachira a Caracas y me decía, no puede ser posible que con un gobierno tan débil, nosotros sigamos siendo los gobernados por los corruptos autoritarios que manejan desde el poder judicial hasta las memorias de los acostumbrados.
Seguía pensando en el libro de Francisco Olivares y lo único que pasaba por mi mente eran las palabras "Valentía y Paciencia"; recordaba a través de las palabras descrita por Olivares en su libro, de la narración de Eligio Cedeño y la jueza, la historia que muchas veces julio nos contaba de sus días en la penal de yare, como era su día a día y es allí cuando digo, "Esta gente tiene bolas para aguantar todo lo que se vive dentro de esa porquería"; camino, observo la avenida donde queda el SEBIN de plaza Venezuela, solo una vez estuve allí, en un interrogatorio absurdo, que hacia el comisario y otro funcionario, como que quien me financiaba, quien me había enviado a encadenarme y porque lo hacíamos, recuerdo haber sacado un billete de dos bolívares y decir, este es mi único capital.
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Mientras muchas cosas vagaban en la mente de esta muchachas humilde, quien viene del barrio, que sabe que no es tener ni un bolívar para el metro, que tiene la irreverencia a flor de piel, que cree en que la Venezuela donde vive merece ser salvada y que es participe de un nuevo gobierno porque solo ha visto uno, donde las injusticias se han vuelto el pan de cada día, donde la delincuencia y la negligencia han penetrado su casa y se ha llevado a sus seres queridos, donde no esta permitido ser conforme porque es lo mismo que ser mediocre, donde hasta en el metro le digo a la gente que debe tener cultura y educación.
El libro de olivares me lleva a meterme en la vivencia de aquella jueza que vivía una vida normal, la típica madre que creo despertaba a su hija para ir a la universidad, que se incluía en el ajetreo de la gran caracas y sus colas y que nunca pensó que seguir las lineas de las leyes que establecen un cierto orden en el país, la llevarían quince minutos después de liberar a un inocente a formar parte de la nueva delincuente que satanizarian e estigmatizarían en los medios nacionales el gobierno de Hugo Chavez hasta el mismo.
Protestar, levantar nuestra voz y revelarnos contra este sistema de gobierno corrupto a muchos y me incluyo nos ha costado de pasar un rato agradable con la familia, de vivir la libertad plena y no una a medias, ser perseguido hasta escondernos en una montaña, correr por nuestras vidas, correr por nuestra libertad, disentir de las manera de pensar de los gobierneros nos ha costado estar encerrados en nuestras casas, estar presos con nuestras familias y amigos, nos han hecho ser presos de manera involuntaria.
He sentido temor al salir a las calles, cuando se acerca una actividad y así mismo me digo, aquí yo me quedo nunca retrocedo soy un ser humano y también he sentido miedo, me dije que dedicaría mis ratos libres o sacar algún tiempito de la agenda para conocer a aquellos que mis amigos decían no darían la vida por un desconocido, pero resulta que los desconocidos han dado la vida sin conocerme, han tratado de rescatar la moralidad, hacer ver al venezolano que si se puede ser autónomo y que así como Afiuni una verdadera dama, se puede ser honorable, mantener los valores y los principios.
Hace meses atrás, me imagine en una celda, hace meses atrás me imaginaba haciendome matar de manera literal porque no aguantaría así como lo hizo Julio Rivas o Maria Afiuni dentro de una penal, Nacimos para ser libres nos decía un profesor cuando cursaba 4to año en el liceo y tiene toda la razón, son frases que marcan en la vida de muchas, en la mia en particular es una bandera que cada día puedo izar, cuando escucho cada mañana nou vin lakay en su canción "Contra Babilonia"; cuando escucho aquel señor en el metro diciendo "En mis tiempos todo era diferente"; cuando regresa la imagen de mi adorada madre, de mi padre, mis hermanos y mi sobrino, me da mas fuerza de luchar de mantener la esperanza de seguir adelante.
En una ocasión una periodista me preguntaba ¿Como era la vida de una muchacha como yo? y dije: Mi vida es como estar en prisión, solo que el patio es mas grande, solo que puedo ver reos que llevan una vida mas complaciente y como aquellos de la penal convivimos entre la costumbre, una libertad a medias, no puede llamarse libertad.
Ese libro "La Presa del Comandante" Me da mas ánimos, me da a entender que no soy la única traicionada por los que algún día decían que eramos amigos, esas lineas me dieron a entender en este recorrido que se ha vuelto lento, esta caminata que ha parecido eterna, que no soy la única que se siente encerrada, que hay personas que su dignidad cuesta un aumento en los ceros a la derecha de sus cuentas bancarias aunque dicen ser de izquierda, es darme cuenta que esta señora que no conozco, que su familia no es la mía ha sufrido y que todos padecemos del mismo mal, es saber que no importa cuanto camines ni cuanto sufras, lo mas importante es vencer el miedo, que es una experiencia terrible pero que eso te hace ser no solo una mejor persona, te hace entender y comprender que nuestra prisión se llama Venezuela y los custodios son los boliburgueses, que así como a esa jueza, a cualquiera de nosotros nos puede pasar y que muchas veces los políticos se aprovechan para usar el nombre de alguien y hacer un show, que esos mismos políticos que hablan de solidaridad, son los que te abandonan y te dan la espalda.
Olivares abrió un ciclo de verdad oculta, que muchos venezolanos nos negamos abrir, la jueza que aun con su dureza es madre, hija, hermana y amiga, ha llenado con su historia a muchos venezolanos que la apoyamos incondicionalmente, hoy usare unas palabras de su hija Geraldine, quiero que sepan que yo cuento con ustedes y ustedes cuentan conmigo; esta historia no se acaba hasta el momento de la libertad plena, aquella que da una paz divina y que ningún venezolano tiene desde el desastre político que hundió a nuestro país.
Esta historia no se acaba hasta que el venezolano reaccione, rescate la soberanía, la dignidad y reconquiste la democracia.
Esta historia no muere hasta que la Venezuela que queremos, necesitamos y merecemos vuelva a las manos de el pueblo, de la autonomía, de la igualdad.
Esta historia no se acaba hasta que no solo la jueza, si no todos los presos políticos, salgan en libertad, disfruten de la familia, de los amigos, hasta que los exiliados vuelvan a su tierra, hasta que seamos los protagonistas y dejemos de ser los espectadores.
Dios bendiga la fuerza de los valientes que han pasado por estos desagradables momentos, dios bendiga a la patria libre, dios bendiga a todos aquellos que luchan día a día por la libertad y la igualdad.
Dios Bendiga a Venezuela.
"Muchos nos hemos sentido presos en nuestro país, así como lo esta La Presa Del Comandante"
Agradecida por el regalo en mis 23, un libro que marco la diferencia.
Agradecida con Olivares por que sus palabras llenaron de mas fuerza y esperanza a esta servidora.
Agradecida con Maria Lourdes Afiuni porque ella es ese modelo a seguir no solos como mujer si no como abogado.
Agradecida con Julio Rivas pues no solo lo considero mi amigo si no un héroe, luchador y amante de nuestra patria, aquel que nos enseño que lo mas importante es vencer el miedo.
@EmilyVeraG
7 De Diciembre 2013
