miércoles, 21 de septiembre de 2016

NO ESTAMOS FRUSTRADOS; ESTAMOS ARRECHOS.



Habida cuenta de interpretaciones que, en la TV y en la prensa extranjera, se han producido en torno a la marcha del pasado 1ero de Septiembre. Habida cuenta también de la virulenta reacción que se ha dejado sentir en las redes sociales contra aquellos que decimos: “No estamos frustrados Chuo Torrealba; estamos arrechos” creo necesarias algunas precisiones.

Quienes decimos “estamos arrechos” no nos pronunciamos por una rendición ante el gobierno y menos todavía por una negociación con el régimen, si no con la misma MUD. Quien con criminales se sienta a pactar –ya lo hemos visto en el pasado- en criminal se convierte.

Quienes decimos “estamos arrechos” de ninguna manera exculpamos a sicarios y asesinos a sueldo del crimen organizado, de los miles de levantones y homicidios que se han producido en los últimos años en el país.

Quienes decimos “estamos arrechos” nos horrorizamos por la barbarie y la crueldad inaudita con que estos corruptos accionan, pero como ciudadanos que entregamos nuestra confianza en las urnas de votación, queremos y exigimos a esa oposición, que no olvide su misión primordial de proteger la vida, las leyes, la sobrevivencia pacífica pero no pasiva de la nación, esté con la decepción emule sus métodos y convierta la justicia en venganza.

Quienes decimos “estamos arrechos” promovemos LA RENUNCIA por parte de Nicolás y todo su gabinete, quien se vale del uso legítimo y necesario de las fuerza armadas de la Nación NO del gobierno ni de un partido político, de las fuerzas de seguridad para desde los distintos órdenes de gobierno, de pueblos, ciudades, municipios y Estados, persigan, encierren y torturen a quienes pensamos distinto.

Quienes decimos “estamos arrechos” no queremos que nuestro país siga en poder de los capos de la mafia, de los que hoy le roban al país no sólo los dólares, la comida, las medicinas y el empleo, sino algo más importante, LA ESPERANZA. No pretendemos que las fuerzas del orden renuncien a su obligación de prestar "seguridad" a la población, pero sí queremos que lo hagan con inteligencia, integridad y respeto por los derechos humanos.

Quienes decimos “estamos arrechos" no queremos someternos a los designios de un “aliado” que tolera lo que pasa en Venezuela, deja intactas las redes de corrupción –los verdaderos dueños del negocio- y su enjambre de conexiones con funcionarios, policías, jueces, gobernantes, comerciantes y banqueros corruptos que les permiten operar.


Quienes decimos que “estamos arrechos” no toleramos la doble moral de la MUD y estamos en contra de comprometer aún más –y sin pasar siquiera por la Asamblea Nacional- nuestra precaria soberanía , y seguir poniendo los presos sólo de este lado mientras ellos ponen, para ambas partes, los dólares y otros intereses políticos - partidistas.

“Estamos Arrechos”, eso sí, de un hombre que, como Nicolás Maduro, urgido de legitimidad y atención, sabedor de la eficacia movilizadora de la arenga patriótica en tiempos de conflicto y del poder del miedo, se disfrazó de general sin serlo, sin antes fortalecer a las instituciones, sin tren logístico judicial alguno, y así pasamos de ser país democrático a un país reinado por la confrontación.

“Estamos arrechos” de la doctrina que inspira su guerra, de la facilidad con la que sin mediar investigación judicial alguna, criminaliza a las víctimas y luego, sin el menor respeto por la vida humana y los derechos fundamentales dice; “se matan entre ellos” para justificar la muerte de miles de compatriotas.

“Estamos arrechos” de la conversión, por razones estrictamente mediáticas, de la lucha contra la inseguridad -que  para la dictadura no existe-  y del despliegue masivo de tropas policiales y militares que, además de ineficiente e innecesario, únicamente son usadas para infundir el miedo en la sociedad, lo que ha producido el escalamiento inmediato del poder de fuego empleado por ellos mismos al reprimir la lucha no violenta.

“Estamos arrechos” de que las urgencias mediáticas y la presión por la obtención de resultados, pensando siempre en la preservación de los intereses políticos de Nicolás Maduro(PSUV), haga que miembros de las Fuerzas Armadas operen de hecho como “escuadrones de la muerte” y consideren que es más fácil y expedito asesinar que capturar verdaderos criminales.

“Estamos arrechos” de ser cifras, estadísticas, averiguaciones judiciales que ni siquiera se abren o que se eternizan en el tiempo, y como una poetisa decía: “Cuerpos, perseguidos, presos, torturados, cadáveres, daños colaterales”.

“Estamos arrechos” de la manera en que ejerce el mando un hombre dominado por su proverbial mecha corta y su sed de producir, a punta de golpes de efecto, spots de televisión y por la forma en que desoye las propuestas de ciudadanos, instituciones académicas, organismos internacionales y privilegiados, sobre las medidas estructurales de combate al "Terrorismo Fascista", sólo por la vía de la persecución. Esto sin contar lo peligroso de su ignorancia.

“Estamos arrechos” de las batallas que no libra Maduro y de las perdidas, y nos preguntamos: ¿Cuántas oportunidades más daremos a un hombre tan notoriamente ineficiente? ¿Hasta cuándo se permite a un ignorante comprometer con sus errores el destino del ejército, de la nación?

Severamente cuestionado, a la mala, llegó Nicolás Maduro al poder. El origen de su mandato lo inhabilita, en tanto que no cuenta con el consenso de la mayoría de la población, para conducir lo que se aprecia ya como una confrontación definitiva. Será por esto que le teme a contar votos?
Mientras tanto, la MUD con su estrategia fortalece al enemigo. Por causa de sus errores, La dictadura ha tomado cuerpo. ¿Cuántos muertos más? ¿Cuántas derrotas habremos de permitirle antes de exigirle y parafraseando lo dicho por María Corina Machado: Sr. Nicolás Maduro ya que no puede: renuncie!
No estamos frustrados, no somos resentidos, estamos arrechos de las ineptitudes de la MUD, de la dictadura y sí, sobran razones para estarlo.

No estamos frustrados, estamos arrechos porque que queremos ser LIBRES.

No estamos frustrados, estamos arrechos por querer volver a nuestro país, el mismo que sin culpa directa, niega la oportunidad de crecimiento a los Jóvenes que nacimos en esa tierra.


No estamos frustrados estamos arrechos por la mentira y el engaño por parte ya no sólo del gobierno, sino de la oposición, no somos infiltrados, ni chavistas, ni divisionistas, ni fascistas, ni imperialistas, SOMOS VENEZOLANOS con conocimiento de causa y protagonismo en la fractura. Estamos arrechos porque el hambre nos acaba, la prisión nos consume y el hampa nos mata.

Emily Vera G